martes, 19 de diciembre de 2017

“El camino es árido y desalienta, como dice alguna canción. Tratar algo en grupo, ponernos de acuerdo, tolerarnos en la discusión (si llega a discusión), aceptar lo que se decide , hacerse cargo. Grandes aventuras por las que pasamos y seguimos pasando, muchas veces no porque querramos, sino porque no nos queda otra”.

Pocho Lepratti, Rosario, diciembre de 2001

domingo, 17 de diciembre de 2017

El problema son los cutchis

Alto la Sierra, 15 de Julio de 2017

  Estamos desde ayer a media mañana en Alto la Sierra, Chaco salteño, en una comunidad wichí muy cercana a la frontera con Bolivia y Paraguay, y a 30 kilómetros de Formosa. Desde entonces paso por muchas y profundas emociones.
  Vinimos desde Santa Victoria en la camioneta del INTA, con Quito, Jackie, Andre y Álvaro. Aquí nos encontramos con Juan Pearson y su hija Esperanza. Los ingenieros del INTA tenían una reunión con los caciques de las comunidades de la zona, en la que trataron varios temas de importancia para sus familias. Se detuvieron con mayor atención en los cercos para trabajar la tierra en forma de huertas con semillas provistas por el INTA. También en la necesidad de alambrados y maderas para poder hacerlo, que también los proveerán desde la institución. Los cercos serán comunitarios, de 6 hectáreas cada uno, para compartir entre familias y clanes.
  La reunión fue muy interesante, tensa por momentos. Los caciques son duros para negociar. Y está bien que así sea: sus familias pasan y han pasado hambre históricamente. Una enfermera del hospital donde estamos parando a dormir me contó que el 50% de ellos padece desnutrición, y que entre la población wichí se ven casos de desnutrición como los que se ven en África.
  La reunión fue el aire libre y duró unas cuantas horas. Solamente participaron los caciques de las comunidades. El de Alto la Sierra se llama Asencio. Un hombre, anciano, que se destacó por su sabiduría en la reunión, es don Cobos. O Cobito, como le dicen. No es cacique, pero sabe mucho de la tierra, porque dedicó su vida a la agricultura en el monte. Y es por eso que participa de las reuniones de caciques. "A mí me gusta trabajar la tierra", decía seguido, y afirmaba que el sistema propuesto por los ingenieros del INTA no iba a prosperar porque hay muchos chanchos de monte sueltos y son los que se comen los cultivos. "El problema son los cutchis", repetía Cobito haciendo su propia versión de "Number 9".

miércoles, 13 de diciembre de 2017

“Conoce la verdad en ti, conócete a ti mismo en la verdad, y verás en un instante que eras tú lo que durante tanto tiempo e inútilmente habías buscado, la anhelada y soñada patria en lo general y en lo particular, y te reconocerás entonces envuelto con asombro en ese lugar: allí roza el cielo a la tierra”.

Arthur Schopenhauer en sus cuadernos personales (Prusia, siglo XIX)

domingo, 10 de diciembre de 2017

"Soñé con la poesía de América Latina. Una mano invisible y pesada la reunía una tarde en el desierto. La poesía tomaba forma de un perro amarillo en medio de la nada a lo lejos muy lejos un oasis cordilleras el mar. El perro solitario bajo las llagas del sol caminaba lento y sus patas se hundían en la arena, pero el animal monstruoso o alucinante no caía no dejaba de avanzar una tormenta de arena a 100 kilómetros por ahora la arrancaba de mi vista y juro que mi corazón dejaba de latir. Un ave metálica atravesando el cielo sin problema alguno tal vez se reía del animal perdido y de mi condición de estatua en aquel momento. La tormenta avanza hacia el sur y el perro aparece intacto con los ojos entornados su piel amarilla como el desierto en esa tarde infernal y avanza. ¿Pero a dónde se dirige? Uno nunca sabe a dónde va la poesía ni siquiera en el mundo de los sueños. Tal vez el perro monstruoso vaya y orine en el mar, luego comience a entrar en él y no haría nada más o nadaría hacia el fondo a reunirse con los perros acuáticos del olvido o no. Lo cierto es que el animal avanza me gusta mirarlo y acariciar su pelaje brilloso su hocico sangrante. Luego tira una mordida que se extiende por todo el desierto le da vuelta cien veces y se muerde a él mismo. la poesía también se trata de morder y de arrancarse con colmillos afilados lo poco de piel que queda, y seguir".

Gerardo Grande
Coyoacán, México, en el fanzine que ayer nos dieron las chicas de Supermercado Libros con nuestros poemas por su primer aniversario

sábado, 2 de diciembre de 2017

"La menor cosa tiene algo de desconocido. Encontrémoslo. Para descubrir un fuego que arde y un árbol en una llanura, permanezcamos frente a ese fuego a ese árbol hasta que no se parezcan, para nosotros, a ningún otro árbol ni a ningún otro fuego".

Emile Zola