domingo, 22 de mayo de 2016

qué poderoso viaje hacia adentro es enfermarse. lo digo ya saliendo, ojalá, de una bronquitis con antibióticos que parecía ser sólo un resfrío de cambio de estación. cuando la fiebre empezó a aflojar y pude volver a hacer sinapsis, me entretuve en la cama con dos libros extraños y únicos:

. Cuando la ciencia despertaba fantasías. Prensa, literatura y ocultismo en la Argentina de entresiglos, de Soledad Quereilhac

. Vida y destino humano. Nueva interpretación por las antiguas ciencias esotéricas, de Thorwald Dethlefsen (gugleando me enteré de que es el autor de La enfermedad como camino).

Dos epígrafes del homeópata alemám Herbert Fritsche que aparecen en el libro de Dethlefsen:

. "El hombre es 'básicamente aquel que se envió a la aventura'. Menos daño le hace el fracaso que la falsa creencia de estar a salvo. Dios no quiere buscadores de salidas de emergencia metafísicas, sino quienes perfeccionan la condición del ser humano, desde lo sensorial hasta lo suprasensorial."


. "Tratar de evitar el sufrimiento, cómo y dónde sea que se presente, indica siempre que quien lo hace es fundamentalmente un no-iniciado."



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