viernes, 4 de septiembre de 2015

Asado de obra

A las siete estaciona el camión
los obreros bajan en silencio
comienzan dormidos 

su orquesta de martillos.

De nuevo se enciende el día
y me aplasta
con toda su lucidez.
Irá subiendo la cuesta
el trabajo, los encuentros,
la luz de las siete de la tarde
que me calma.
Enciendo una vela
y miro por la ventana
sobre la vereda los restos
de un asado de obra.

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